Rajoy y Sánchez se enfrentaron a su primer “cara a cara” en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, que el líder socialista aprovechó para afirmar que es un “honor” ejercer esa labor y anunciar una “oposición ciudadana” centrada en defender los intereses de los ciudadanos. “Cuando acierte”, dijo al presidente, “nos tendrá a su lado, y cuando no, nos tendrá enfrente”.

Le preguntó su valoración de la situación económica después de haber hablado de “raíces vigorosas”, y le pidió que lo hiciera sin echar mano de datos macroeconómicos porque “nada tienen que ver” con las cifras de las familias. Rajoy celebró esa promesa de defender los intereses generales porque “yo llevo bastantes años haciéndolo, desde que comencé mi actividad política”.

Le dijo que ve esa situación económica “con preocupación pero también con esperanza”. Con preocupación, explicó, porque sabe que hay “muchas personas” que no pueden trabajar, jóvenes, otros que llevan mucho tiempo sin encontrar empleos, porque aún hay “desequilibrios” y “dificultades”, pero también con esperanza porque “vista la situación de la que hemos partido, cómo estábamos y las previsiones”, se puede concluir que la economía “está mejorando”, que la situación social “comienza a remontar” y que los desafíos políticos se están afrontando “con sensatez, con sentido común y con responsabilidad”.

Sánchez le aseguró que el PSOE se alegrará de las “buenas noticias” pero le pidió que no confunda la mejora macroeconómica con la situación de los ciudadanos. A modo de ejemplo, le retó a volver a la oficina del INEM donde se fotografió durante la campaña electoral en 2011 y preguntar a quienes allí estén si defienden su gestión y si creen que defiende los intereses generales.

Le reprochó la pérdida de 800.000 empleos y de 600.000 afiliaciones a la Seguridad Social desde que es presidente del Gobierno, y le preguntó si esa es “la recuperación prometida: menos trabajo y más pobreza laboral”.

Si quiere crear empleo, le emplazó a derogar la reforma laboral, subir el salario mínimo, frenar la “apisonadora de derechos laborales” puesta en marcha desde su Gobierno, y encender “los motores de la reindustrialización”. También a apostar por la investigación y la ciencia, evitar el “exilio científico” y reforzar la exportación de las empresas.

Las “raíces vigorosas” a las que se refirió en un mitin, dijo Sánchez a Rajoy, quizá existen solo “en el oasis en el que usted vive aislado”, pero la mayoría de los ciudadanos “todavía tienen sed de trabajo, y de un trabajo digno”.

Rajoy le recordó que cuando llegó al Gobierno se habían perdido 3,4 millones de empleos y 70.000 millones de recaudación, y las tasas de riesgo de pobreza y de desigualdad no hacían más que superar marcas negativas. “Queda muchísimo por hacer”, reconoció, pero “las cosas van mejorando” y prueba de ello es que “empezamos a crecer”, “se crea empleo neto” y las cifras de pobreza y exclusión “están mejorando”.

“Vista la montaña de problemas que ustedes nos han dejado”, concluyó Rajoy dirigiéndose a Sánchez, “y que usted debe conocer muy bien porque apoyó al gobierno que lo hizo, podemos mirar el futuro con esperanza”.