Hernando realizó estas declaraciones a los periodistas, a modo de declaración de intenciones, a la salida de la primera Junta de Portavoces en la que participó como nuevo portavoz parlamentario socialista en la Cámara Baja.

“Queremos ser inflexibles a la hora de defender los derechos de los trabajadores y de las clases medias empobrecidas [...], queremos ser muy dialogantes y propositivos con cada crítica, que irá acompañada de una propuesta, y queremos ser transparentes e implacables en la lucha contra la corrupción, las trampas y los privilegios”, afirmó Hernando sobre el que será su “tono”.

El portavoz socialista adelantó, en este sentido, que la nueva dirección socialista en el Congreso va “a hablar con todo el mundo”. “Vamos a hablar de todo lo que sea necesario, a negociar, pero con dos líneas rojas", dijo.

En este sentido, apuntó que la primera serán "los derechos e intereses de los ciudadanos" y la segunda que "nunca acordaremos dentro de los despachos cosas que no podamos defender fuera con la cabeza bien alta”, dijo.

Hernando, que reconoció la “lejanía impresionante” de los ciudadanos respecto a las instituciones y al Congreso de los Diputados, aseguró que los socialistas quieren “dar razones” a los ciudadanos para que en los próximos meses vuelvan a sentir que la Cámara Baja “es su casa”.

“Queremos hacer lo que Pedro Sánchez ha llamado una oposición ciudadana”, afirmó para asegurar que el PSOE hablará "de los problemas de los ciudadanos y de las dificultades que tienen" y “no de cuitas internas”.