“Estas viviendas comunitarias prestarán atención residencial para personas adultas con discapacidad intelectual y dispondrán de equipamiento social destinado a proporcionar alojamiento, manutención y apoyo personal y social, así como actividades de ocio para sus usuarios”, explicó Salvador Victoria, consejero de Presidencia y Justicia, y portavoz del Gobierno regional en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

La prestación del servicio, según informa la Comunidad en una nota, comprenderá el uso de la vivienda y zonas de convivencia, la manutención, la ropa de cama, de mesa, de aseo, así como el lavado, repasado y planchado de la ropa personal.

En ese sentido, se incluirá la asistencia necesaria para las actividades de la vida diaria, como el aseo, higiene personal, vestido y alimentación.

Del mismo modo, también se fomentará la promoción y participación de los usuarios en la vida del centro y el mantenimiento de sus capacidades funcionales, la animación sociocultural y las relaciones con las familias, velando por la seguridad y salvaguarda de la integridad personal de los usuarios en todo momento.