El organismo de Naciones Unidas denuncia que estos niños de la minoría Yazidi murieron como consecuencia directa de la violencia, el desplazamiento y la deshidratación.

Ante esta situación, Unicef solicita urgentemente ayuda humanitaria, incluyendo agua potable y saneamiento, al tiempo que hace un llamamiento a aquellos que tienen influencia para que garanticen el acceso libre y seguro de los niños y de las mujeres a los refugios, así como a respetar la protección especial otorgada a los menores bajo el amparo de la ley humanitaria internacional y de derechos humanos.

Sinjar es un distrito de Ninewa ubicado en el noroeste de Irak en el que hay unos 150.000 niños, muchos de ellos desplazados internos, y que ha sido ocupado por el EI.