Según informa la compañía presidida por Michael O’Leary, este resultado se ve distorsionado por el efecto de la Semana Santa, ya que en 2014 se produjo en abril mientras que el año precedente se celebró en marzo.

En esos tres meses, los ingresos de Ryanair alcanzaron los 1.496 millones de euros, lo que supone un incremento del 11% con respecto al pasado ejercicio.

El incremento de los ingresos se debió a una subida de las tarifas del 9% y a un aumento del tráfico del 4%, hasta los 23,4 millones de pasajeros. La ocupación también mejoró 4 puntos, hasta el 86%.

Por su parte, los costes unitarios se redujeron un 2%, gracias al combustible. De hecho, excluyendo el fuel subieron un 1%.

Para el conjunto del año fiscal, en el que espera transportar 86 millones de pasajeros, la compañía ha mejorado sus previsiones de beneficio que ahora se sitúan entre 620 y 650 millones de euros, lo que supondría una mejora del 21% con respecto a las ganancias del anterior ejercicio.