Pese a haber ganado la consulta entre los militantes, Sánchez no será oficialmente secretario general hasta que lo ratifique el congreso extraordinario, los próximos días 26 y 27 de julio. Mientras, el secretario general sigue siendo Alfredo Pérez Rubalcaba, que mantiene su despacho en la cuarta planta de la sede federal.

Por ello, Sánchez se ha instalado provisionalmente en el despacho de Griñán, muy cerca del de Rubalcaba y de la aún vicesecretaria general, Elena Valenciano, que está centrada en su tarea en el Parlamento Europeo.

En la quinta planta de la sede mantienen sus despachos el secretario de Organización, Óscar López, y otros dirigentes, como Antonio Hernando.

Los tres, Pedro Sánchez, Óscar López y Antonio Hernando compartieron tareas en la sede federal cuando José Blanco los reclutó en la primera etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque después sus caminos transcurrieron por diferentes derroteros.