María José Suárez, directora de la fundación, declaró a Servimedia que los socios del Club Amigos del Oso no están obligados a pagar cuota alguna, por lo que la aportación económica es voluntaria.

"El único compromiso que adquieren", indicó, "es el de difundi nuestros objetivos y emprender todas las medidas que sean posibles para concienciar a la población sobre el riesgo de extinción que sufre la especie, labor que se puede hacer a través de la creación de grupos de apoyo en los pueblos y los colegios o denunciando todo atentado que se perpetre contra el oso".

Aunque la población de oso pardo en España, que se sitúa por debajo del centenar de ejemplares, se localiza en Asturias, Castilla y León y Cantabria, Madrid es la comunidad autónoma que aporta un myor número de socios, por delante de Asturias.

Según María José Suárez, las campaña publicitaria realizada desinteresadamente en los medios de comunicación a principios de año logró que la delicada situación por la que atraviesa el oso pardo se difundiera en otros países, ya que algunos de los socios residen fuera de España.

La campaña se desarrolló, básicamente, entre el 7 y el 31 de enero. En total se registraron 1.630 inserciones, 158 en las cadenas de televisión públicas y privadas, 32 en presa, 1.271 en radio, 23 en revistas, 100 en cines y 46 en vallas.

El coste real de emisión y publicación de todas estas inserciones publicitarias habría ascendido a 290.441.280 pesetas, pero fue, en todos los casos, gratuito.

Según los datos de audiencias de Sofres, los anuncios emitidos por televisión fueron vistos por más de 25 millones de espectadores. Todo ello motivó una reacción social que desbordó las previsiones iniciales de Fundación Oso de Asturias, que tiene abierta la cuenta 0003401111 2 de la Caja de Asturias para recaudar fondos destinados a la conservación del oso.