Al acto, celebrado en el salón del trono del Gobierno de Navarra, asistieron cerca de noventa invitados. La tribuna principal estuvo ocupada por los diez miembros de la familia real: los condes de Barcelona, los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, el príncipe Felipe, las infatas Elena y Cristina, la infanta Pilar, la infanta Margarita y su marido, Carlos Zurita.

En las primeras filas se acomodaron todos los miembros del Gobierno de Navarra, los cinco representantes de la Mesa del Parlamento Foral, el delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Luis Ruiz de Alegría, el alcalde de Pamplona, Alfredo Jaime, el arzobispo de Pamplona, José María Cirarda, el capitán general de la V Región Militar Pirenaica Occidental, Fernando Martínez Valín y los recientemente nombrados como Jefe d la Casa Real, Fernando Almansa y secretario general Rafael Spottorno.

Asimismo, estuvieron presentes en el acto los diputados y senadores navarros, los rectores de las Universidades pública y privada, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, el gobernador militar y una veintena de personas invitadas personalmente por el homenajeado.

Entre ellos, Beltrán Alfonso Osorio Díez de Rivera, duque de Alburquerque, María Pilar Azlor, duquesa de Villahermosa, Tomás Gaytán de Ayala, conde de Valdelano, María Domínguez López de Montenegro, condesa de Rodezno y los marqueses de San Adrián.

Por expreso deseo de don Juan, también asistieron los miembros del equipo médico que le atiende en la Clínica Universitaria, los doctores Emilio Moncada, Rafael García Tapia, José María Beriain, José Ramón Azanza y varias enfermeras, así como el director del centro sanitario, Francisco Errasti y el secretario general de la Universidad de Navarra, Guido Stein.

Según informaron fuentes de la Clínica, en el cntro sanitario se había habilitado una sala de reuniones para celebrar el acto protocolario, en el caso de que surgieran complicaciones médicas de última hora.

Tras el acto de imposición de la medalla, en el que don Juan permaneció erguido con la ayuda de un bastón, los invitados tomaron un aperitivo en el salón-comedor del Palacio de Navarra, mientras que los miembros de la familia real se dirigieron nuevamente a la Clínica Universitaria, donde almorzaron un menú compuesto por menestra de verdura, luina y lenguado, chuletas de cordero, mousse de chocolate y macedonia de frutas. Sobre las cuatro de la tarde, se dirigieron al aeropuerto de Noain y regresaron a Madrid.