En declaraciones a Servimedia, fuentes del sindicato acusaron al rector, José Carrillo, de “introducir la censura previa” a raíz de un escrito enviado por USO al profesorado en el que se criticaba la actuación del rector y de otros profesores en la crisis de los cadáveres del departamento de Anatomía y Embriología Humana II de la Facultad de Medicina.

Según las citadas fuentes, solo desde el Rectorado y desde las secciones sindicales se podía tener acceso a las listas de distribución masiva para empleados, “para lo que se necesitaba una autorización previa y validar la identidad”, pero “a partir de ayer se ha introducido un filtro que retiene los e-mail a fin de verificar que el contenido se adecúa a unas supuestas reglas de moderación que se deben estar inventando”.

Según explicó a Servimedia el profesor titular de Bioquímica y Biología Molecular III Alfonso Martínez-Conde, hace más de 27 horas envió un correo al listado de profesores que, hasta el momento, sigue retenido. Asimismo, Martínez-Conde recibió dos e-mail en los que se le indicaba que su mensaje a la lista señalada había sido reenviado a los moderadores, y le informaban sobre unas reglas de moderación a las que se accedía a través de un enlace. A día de hoy, agregó, este link no conduce a dicha información, con lo que “las deben estar inventando sobre la marcha”.

Según USO, “podemos entender que con el nuevo sistema informático se cambie la forma de acceder a la gestión de las listas de empleados, pero antes solo se exigía verificar la identidad y nunca se comprobaba el contenido de los mensajes. Ahora habrá alguien encargado de ello”.

En su opinión, “esta censura previa obedece al malestar que ha despertado en el rector Carrillo un escrito enviado por USO al profesorado en el que criticaba su gestión por lo ocurrido con los cadáveres almacenados en el departamento de Anatomía y Embriología II de Medicina”.

En él, USO denunciaba que algunos miembros de los sindicatos habían “preferido airear las interioridades del departamento en los medios en vez de actuar ante los canales pertinentes que ellos controlan”, para imponer sanciones y corregirlo.

“A ellos correspondía haber denunciado las situaciones anómalas que existiesen (tienen representación en el Comité de Riesgos Laborales de la UCM y delegados en los centros), pero no lo hicieron". “No cumplieron con sus obligaciones” y “prefirieron la vía de airear las cosas para acabar involucrando a todo el profesorado, sin importarles que ello afectase a la reputación de cientos de profesores que no solo cumplen escrupulosamente con sus obligaciones, sino que lo hacen muchas veces en condiciones poco adecuadas”, concluye el escrito.