Núñez Feijóo se expresó en estos términos en declaraciones a los periodistas tras intervenir en el Campus FAES, la escuela de verano de la fundación que preside José María Aznar, después de haber sido una de las primeras voces en el PP en plantear públicamente que sea el alcalde más votado el que gobierne. En su intervención, defendió abiertamente que “gobiernen los que ganan las elecciones” porque, afirmó, “gobernar es no delegar las responsabilidad”.

“Sí cabría”, respondió Feijóo al ser preguntado por la posibilidad de ir “más allá de los ayuntamientos” en el planteamiento de que gobierne la fuerza política más votada y ampliarlo a nivel autonómico y estatal.

“Cuestión distinta es que tenemos que empezar por algo y los ayuntamientos son más de 8.000 en España”, afirmó Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta puso como ejemplo Portugal donde, explicó, “el alcalde es el que gana las elecciones”, y abrió la puerta a que la elección directa del alcalde se plantee a través de una segunda vuelta.

“Eso no se discute desde hace décadas, puede haber otros sistemas, como una segunda vuelta en una campaña electoral de los mismos días en la que se vote el primer domingo y si alguien tiene mayoría sea proclamado alcalde y, si no, una segunda vuelta”, reconoció el presidente gallego.

Feijóo tildó de “contrasentido” que un alcalde a falta de un concejal se convierta en el líder de la oposición y un candidato que ha perdido “claramente” las elecciones se convierta en alcalde. “Eso nos aleja de la democracia, del valor de las urnas y del sistema político actual”, lamentó.

El presidente de Galicia destacó que su Gobierno ya ha aprobado –a falta de la aprobación del Parlamento- una reducción del número de diputados de 75 a 61, y que ya fusionó dos ayuntamientos con dos alcaldes del PP. "Es bueno hacer unidades poblacionales más grandes con administraciones más sólidas para servir mejor a los ciudadanos", resaltó.

"Deberíamos hacer esa reflexión, sería necesario hacerlo con un acuerdo amplio con el PSOE", apuntó, en relación a lo que denominó "la planta municipal".