El nuevo monarca destacó que la unidad nacional no debe ser entendida como uniformidad, ya que las “tradiciones”, “culturas” y “lenguas” que reconoce la Constitución son algo que “nos engrandece y nos debe fortalecer”.

El desde hoy jefe del Estado dijo que en la sociedad española “han convivido tradiciones diversas y esa interrelación de culturas y tradiciones tiene en las lenguas de España, que forman un patrimonio común que tienen que ser objeto de especial respeto y protección, son el puente del diálogo”.

Añadió que “en el respeto a la ley” caben “todos los sentimientos y sensibilidades”, puesto que esto es algo que “en tiempos de construcción europea” no debe dividir.

Por este motivo, pidió a todos los españoles trabajar “juntos” y “con lealtad en torno a los objetivos comunes”. Esta parte del discurso del Monarca referida a la diversidad de España y a sus distintas lenguas culminó con el hecho de que don Felipe terminara su intervención en el Congreso dando las gracias en castellano, catalán, gallego y euskera.