"La violencia en República Centroafricana es desgarradora en su brutalidad y su saña, y los niños no se han visto libres de ella", dijo Souleymane Diabaté, representante de Unicef en República Centroafricana.

Unicef ha verificado que 277 menores han sido mutilados y 74 asesinados en el último medio año. Según la organización, los datos son incluso superiores si se añaden las muertes y enfermedades causadas por el “colapso total” de los servicios básicos.

El empeoramiento de la situación en todo el país, especialmente en su capital, está obligando a que cada vez más personas abandonen sus hogares. En la actualidad hay más de medio millón de desplazados internos, la mitad de los cuales son niños, según la organización.

Otras 347.000 personas, dos tercios de ellos niños, han huido del país y ahora viven como refugiados en Camerún, Chad, Níger, República Democrática del Congo y República del Congo.

Unicef denuncia que la falta de fondos es la principal preocupación para poder solucionar esta “crisis humanitaria”. La organización calcula que las necesidades económicas para afrontarla ascienden a 120 millones de dólares (más de 88 millones de euros) en 2014. A mitad de año, alertan, han recibido menos del 25% de esa cantidad.

"Estamos comprometidos a quedarnos hasta el final y hacer todo lo que podamos por los niños de República Centroafricana. La comunidad internacional tiene que hacer su parte también", concluyó Diabaté.