Sánchez desvelará a finales de esta semana si opta o no a la Secretaría General del PSOE.

Igual que la dirección ha tomado la decisión "valiente" de permitir que todos los militantes voten en la elección del secretario general, emplazó a seguir esa senda y que sean todos los socialistas los que definan algunas ideas fundamentales.

Propuso tres ámbitos concretos en los que cree que el PSOE debería consultar a los militantes, sobre la premisa de que el objetivo no es hacer "un partido asambleario".

Propone consultar sobre la reforma de la legislación electoral, sobre los sueldos públicos y el régimen de incompatibilidades, y la legislación sobre partidos.

Propone implantar las primarias abiertas en todos los partidos para la elección de candidatos, vincular la financiación de los partidos a los resultados y a los niveles de democracia interna, limitar mandatos, y avanzar hacia la auténtica independencia del Tribunal de Cuentas.

También prohibir cualquier tipo de donación de empresas a partidos políticos o fundaciones ligadas a ellos, y limitar a 2.000 euros las donaciones de personas físicas.

Pedro Sánchez aseguró que tiene tomada la decisión sobre su futuro inmediato y explicó que hay quienes dentro del partido le animan a presentarse y quienes le animan a lo contrario, pero no lo interpreta como "presiones" sino como opiniones que pretenden siempre fortalecer al partido.

De hecho, cree que el PSOE debería concurrir al congreso extraordinario de julio con un lema como "unidos en el cambio" para dejar claro que en todo caso saldrá más fortalecido de lo que entra.