Según informó el Banco de España en un comunicado, sus actuaciones serán equiparables a las que se llevan a cabo en relación con la solvencia de las entidades.

Así, podrán incluir requerimientos de información, visitas ‘in situ’, tanto a los servicios centrales como a la red de oficinas, y, en su caso, propuestas de medidas correctoras cuando se considere necesario.

La nueva división podrá utilizar además la información a la que ya tiene acceso el departamento a través de la resolución de reclamaciones.

Desde el supervisor señalaron que esta decisión complementa la creación, en junio del año pasado, del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones, cuyo objetivo era dar un tratamiento unitario a las competencias del Banco de España en materia de conducta de mercado, transparencia informativa, buenas prácticas o publicidad, entre otras.

Según el organismo que gobierna Luis Linde, “el nuevo enfoque pretende responder a la creciente relevancia e impacto social que tiene la relación de las entidades financieras con sus clientes”.