Rajoy realizó este anuncio en una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa en la que mostró su convencimiento en que los españoles “sabremos escribir esta nueva página de nuestra historia en un clima sereno, con la tranquilidad y con el agradecimiento a la figura del Rey”.

“El Rey me ha comunicado esta mañana su voluntad de renunciar al trono y abrir el proceso sucesorio”, anunció Rajoy para insistir en que “los motivos” es algo que desea “comunicar personalmente” a todos los españoles a lo largo de la mañana.

El presidente del Gobierno se mostró “convencido de que es el mejor momento” en el que el cambio en la Jefatura del Estado pueda producirse “con toda normalidad” al Príncipe de Asturias y aseguró que esta transición tendrá lugar “con plena normalidad” y en “un contexto de estabilidad institucional como expresión de la madurez de la democracia”.

Rajoy anunció que convocará mañana martes un Consejo de Ministros extraordinario con el objetivo de cumplir las previsiones constitucionales y avanzó que, por tratarse de una abdicación, será necesaria una ley orgánica, según contempla el artículo 57.5 de la Constitución española de 1978.

El jefe del Ejecutivo no entró en los tiempos en los que puede producirse la sucesión en el Trono. “En un plazo muy breve, las Cortes podrán proceder a la proclamación como Rey del Príncipe de Asturias”, avanzó.

“IMPULSOR DE LA DEMOCRACIA”

Rajoy aprovechó los menos de cuatro minutos que duró su declaración institucional para acompañar el anuncio de la sucesión en el trono con un reconocimiento expresó a la figura del Monarca y a la “garantía sólida” que supondrá la figura del Príncipe de Asturias.

“Quiero rendir homenaje a la persona que durante 39 años ha encarnado el punto de encuentro de los todos españoles y el mejor símbolo de nuestra convivencia en paz y libertad”, aseguró.

Rajoy definió al Monarca como el “principal impulsor de la democracia” cuando accedió al trono, el “baluarte” cuando vio la democracia amenazada, el “mejor portavoz y la mejor imagen” del Reino de España por todos los rincones del mundo y en el “defensor infatigable de los intereses” del país en todo lo que pudiera contribuir a mejorar el bienestar de los españoles.

El presidente del Gobierno destacó, además, que el Rey es “una figura histórica” que, dijo, está “tan “estrechamente” vinculada a la Democracia española que “no se puede entender la una sin la otra”. “A todos nos deja una impagable deuda de gratitud”, defendió.

A partir de ahí, Rajoy mostró su más “firme confianza” en quien está llamado a sucederle, el Príncipe de Asturias. “Su preparación, su carácter y la amplia experiencia en los asuntos públicos que ha ido adquiriendo a lo largo de lo largo de los últimos 20 años constituyen una sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas más exigentes”, afirmó.