La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, replicó de este modo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Minsitros a las palabras de Artur Mas ante el Círculo de Economía de Cataluña en las que aseguraba que ya no es momento de dialogar sobre la independencia de la comunidad, sino sencillamente de actuar.

Sáenz de Santamaría recordó a Artur Mas "su compromiso de respetar la legalidad", la cual subrayó que ha quedado establecida con las reformas del Tribunal Constitucional y con el debate parlamentario en el Congreso de los Diputados sobre el derecho a decidir.

"Él debería no sembrar dudas un día sí y otro no sobre el cumplimiento de la legalidad, que no es un capacho ni del Gobierno ni de nadie. Es la voluntad del conjunto del pueblo español", recalcó.

La vicepresidenta reiteró que la Generalitat puede "contar con el diálogo" del Gobierno central "para sanear las finanzas de las instituciones" de la comunidad y para "fortalecer nuestra economía". "Ahí es donde todos deberíamos esforzarnos y poner el foco", apostilló.

Sáenz de Santamaría explicó que la prioridad del Ejecutivo central es "devolver el bienestar" a los catalanes, mientras que Artur Mas parece empeñado en saltarse la Constitución para convocar un referéndum de independencia. "Tiene que respetar la Constitución y las leyes. Ahí nos nos puede encontrar, fuera no".

Además, pidió "no generar división y no generar enfrentamientos" sobre la posible independencia de Cataluña, por lo que reclamó "abordar con rigor" este asunto porque afecta directamente a la estructura del modelo territorial y a la esencia de la Constitución.

Asimismo, Sáenz de Santamaría manifestó su "condena más absoluta" a la violencia que se ha producido las últimas noches en Barcelona y sacó a relucir que el Ministerio del Interior ha ofrecido su "colaboración" a las autoridades catalanas para restablecer la seguridad.

En nombre del Gobierno de España, destacó que está a "entera disposición si necesitan algún tipo de ayuda" para poner fin a las revueltas en las calles, como ya ha pasado con el envío de varios centenares de miembros de la Policía Nacional para reforzar la seguridad en la Ciudad Condal.