En su intervención en una jornada organizada por el Consejo General de Economistas, el secretario de Estado apuntó que mientras que en 2012 la mitad de las jubilaciones fueron anticipadas, durante el pasado ejercicio la proporción fue del 38,25%.

En concreto, de las 311.450 jubilaciones registradas en 2013, unas 119.000 fueron anticipadas, mientras que el resto se produjeron en la edad ordinaria o con posterioridad.

Además, Burgos aseguró que esta tendencia de reducción de las salidas anticipadas del mercado de trabajo "se ha mantenido en los primeros meses de 2014".

También explicó que en la actualidad hay un 63% más personas que se jubilan con 65 o más años que en el año 2007, antes del comienzo de la crisis. Esta evolución se debe, en gran medida, a la posibilidad de compatibilizar salario y pensión, que en estos momentos utilizan 13.354 personas, de las que el 83% son autónomos.

Para el secretario de Estado, este descenso en la utilización de la jubilación anticipada es "un hecho a destacar, no sólo por el cambio importante de tendencia histórica, sino porque es uno de los objetivos básicos de cualquier reforma que quiera garantizar la sostenibilidad futura del sistema de pensiones".

Así, insistió en la importancia de los "desincentivos al abandono prematuro" del mercado de trabajo para la estabilidad futura del sistema de pensiones.

RECAUDACIÓN

Por otro lado, el secretario de Estado destacó el incremento de la recaudación del sistema, que alcanzó los 8.775,92 millones de euros en mayo, lo que representa una mejora del 1,5% en comparación con el mismo mes de 2013.

Burgos subrayó también las cifras "históricamente bajas" de morosidad en la Seguridad Social, que se sitúan en el 2,31%, el nivel más reducido desde el comienzo de la crisis y un porcentaje que, "comparado con otros ámbitos, constata el alto nivel de eficiencia del sistema".

Asimismo, apuntó que el número de aplazamientos concedidos por la Seguridad Social ha bajado un 19,9% en comparación con el año pasado, lo que supone un "dato adelantado de mejora", ya que muestra que este instrumento "ya no es tan necesario para empresas e instituciones".

A esta mejora de los ingresos del sistema se suma que el gasto de pensiones está registrando el menor aumento desde el año 1981.