En los pasillos del Congreso, subrayó que su grupo ya expresó sus reservas a ese anteproyecto, por entender que la ley es “innecesaria”. Bastaba con modificaciones “muy puntuales” de la legislación actual si el objetivo es garantizar la seguridad de los ciudadanos y no evitar que la gente se manifieste de forma “correcta y ordenada ejerciendo su derecho a la libre expresión”.

Criticó al Gobierno por “revisarlo todo” de una ley que no había dado problemas, y subrayó que el ordenamiento tiene instrumentos suficientes para gestionar los problemas de quienes, “siempre una minoría”, hacen mal uso de ese derecho de manifestación.

Cree que los informes avalan que el Gobierno “se había pasado veinte pueblos” y expresó por ello su confianza en que tenga en cuenta los informes.