Azpiazu se expresó en estos términos, en declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja, después de que el Consejo de Administración de Nuclenor, sociedad participada al 50% por Endesa e Iberdrola, acordara hoy solicitar al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la renovación de la autorización de explotación de Garoña hasta 2031, cuando la planta alcanzaría los 60 años de antigüedad.

“En Vitoria hay un movimiento del PNV pidiendo el amparo, no sé de qué manera, a la Comisión Europea. No sabemos qué pasos se pueden dar o qué cosas se pueden hacer, pero nos preocupa enormemente que esta central siga en funcionamiento con lo obsoleta que es”, apuntó Azpiazu.

El portavoz económico del PNV insistió en que Garoña “no genera apenas energía eléctrica” e insistió en que, con la crisis económica, estamos ante “una demanda energética” en la que no es necesaria “la generación” de esta central.

“No es necesaria, simplemente, por un capricho del Gobierno y por voluntad de los propietarios que se ponga esta central de nuevo en marcha, nos parece muy mal”, afirmó.