Según informó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la cuantía de este contrato se afrontará en seis anualidades y supondrá una “carga de trabajo importante” para los astilleros de Ferrol y de Cádiz.

Además, la vicepresidenta destacó que este pedido tendrá un “impacto” en el empleo de la industria auxiliar ligada a la fabricación de estos buques.

Sáenz de Santamaría hizo hincapié en que los buques de acción marítima tienen un “bajo coste de sostenimiento, una plantilla reducida y una gran capacidad de permanencia en el mar”, por lo que irán sustituyendo “de forma progresiva” a los navíos que están cerca de agotar su vida útil.

Por otro lado, el Consejo de Ministros aprobó también la ejecución de los trabajos de la cuarta gran carena del submarino Tramontana S74, que se realizarán en Cartagena con un coste de 42,9 millones de euros en cuatro anualidades.

Estos trabajos, que suponen desmontar el submarino y volverlo a armar sustituyendo las piezas desgastadas e incorporando nuevas tecnologías, permitirán a la Armada mantener la situación actual de dos unidades operativas durante los próximos cuatro años.