Valorando los intereses en conflicto, el juez entiende que procede adoptar la restitución porque "se producirían perjuicios irreparables en caso de que finalmente el recurso de Tejero prospere".

Además, el magistrado recuerda que la ley no asigna al ministro del Interior la competencia para revocar un destino que fue conferido por resolución del director general de la Guardia Civil, que es, precisamente, "a quien se reserva la facultad de revocación de los destinos de libre designación".

Tejero fue apartado de su destino por decisión del Ministerio del Interior, que le abrió un expediente disciplinario por organizar en el cuartel una comida en memoria del golpe. La celebración tuvo lugar el 18 de febrero, cinco días antes de que se cumplieran 33 años del golpe de Estado. Además de Tejero Molina, también asistió a la comida el excapitán Jesús Muñecas, que fue reclamado por la justicia argentina por torturas en época franquista.

El juzgado ha acordado hoy la suspensión de la medida cautelar en respuesta al recurso de Tejero en contra de la decisión de apartarle de su puesto, en espera de que haya una sentencia sobre los hechos.

La decisión judicial "deja en suspenso cautelarmente" la resolución por la que Interior revocaba el destino que tenía asignado, según una resolución dictada el 14 de mayo por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.

La resolución del expediente disciplinario implica la designación de un instructor para que investigue el caso y determine si el militar ha cometido una falta y de qué gravedad. De existir un cese, éste suele producirse cuando el expediente está concluido y se dicta la correspondiente sentencia. En este caso, Interior decidió apartar a Tejero como medida cautelar.

Según fuentes de la Guardia Civil, esta no es la primera vez que un episodio así se produce en el cuartel donde estaba destinado el hijo del teniente coronel golpista. Tras la publicación de lo ocurrido por el diario El País, Interior decidió apartar a Tejero de su puesto. Varios gurardias a las órdenes de Tejero tuvieron que cocinar la paella y servir a los invitados, además de realizar una exhibición del material y los vehículos del acuartelamiento.