El Gobierno unifica, informatiza y desjudicializa el Registro Civil
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Consejo de Ministros aprobó este viernes el anteproyecto de ley del Registro Civil, que, modificando una regulación de 1957, unificará las diversas secciones temáticas y territoriales hasta ahora existentes, informatizará todos los datos y arrebatará el conjunto a los jueces para ponerlo bajo control administrativo de funcionarios del Ministerio de Justicia.
Así lo anunciaron la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, en la rueda de prensa posterior al Consejo. Entre otras consecuencias, la reforma del Registro Civil contemplará la expedición de códigos de ciudadanía y certificados individuales, que podrán obtenerse por Internet y provocarán la extinción de los tradicionales libros de familia.
Caamaño destacó que la reforma no se limita a "poner ordenadores" en el Registro, sino que "cambia de arriba abajo la concepción" del mismo. Según sus palabras, se pasa de un "Registro Civil de hechos a uno de personas".
El ministro explicó que, hasta ahora, el Registro Civil arrastraba "una concepción del siglo XIX", que contemplaba la existencia de múltiples oficinas vinculadas a las demarcaciones judiciales y estaba estructurado en secciones como las de nacimientos, matrimonios y defunciones. De esta forma, un español podía aparecer en varios sitios diferentes, con la consiguiente dificultad para "saber en cada momento cuál es su estado civil".
DIGITALIZACIÓN
Caamaño situó como base de la reforma el Programa Registro En Línea, que, en el marco del Plan Avanza, ha permitido la digitalización de todos los documentos expedidos desde 1950: más de 110.000 libros y unos 68 millones de páginas. Con la digitalización del Registro Civil Central, que consta de unos 10.730 libros, Caamaño vaticinó que "a mediados de este año estará digitalizada toda la información del Registro Civil desde el año 1950 hasta hoy".
La digitalización conllevará también una notable concentración de oficinas. De los 8.000 puntos que existen actualmente (431 registros civiles principales y 7.677 juzgados de paz, más los 177 registros de las oficinas consulares) se pasará a unos 108, uno por cada comunidad autónoma más otro por cada medio millón de habitantes, aparte de los de las oficinas consulares, que se mantendrían.
El titular de Justicia definió el nuevo Registro como "individual", "único",
"electrónico" y "desjudicializado".
"Individual" porque con cada nacimiento se creará una ficha y en ella se añadirán todos los datos posteriores relativos al estado civil de la persona. Ésta podrá consultarlos allí sin necesidad de buscarlos en la distintas secciones, que desaparecen. Además, se asignará un código personal de ciudadanía para que las búsquedas sean más rápidas.
Por otra parte, será "único" porque todas las solicitudes se podrán realizar y consultar en cualquier lugar de España y se podrán hacer los trámites en cualquier oficina del Registro, no sólo en la correspondiente al lugar de nacimiento. Los ayuntamientos, señaló, harán de oficinas receptoras de los documentos que los ciudadanos tengan que aportar.
Su nuevo carácter de "electrónico" lo argumentó porque, gracias a la base de datos única, los documentos serán expedidos telemáticamente, de tal forma que "lo normal será que no se exija nunca al ciudadano que se persone a presentar una certificación", porque el funcionario podrá consultar la base de datos.
En el caso de los nacimientos, serán los propios centros sanitarios quienes los comuniquen al Registro Civil; en el de los matrimonios, los municipios; y, en el de las nacionalidades, las delegaciones del Gobierno.
Finalmente, Caamaño dijo que el Registro dejará de ser una pieza de la Administración Judicial y pasará a ser de hecho (ya lo es nominalmente) un órgano administrativo dependiente de la Dirección General de Registros y Notarías. Según recalcaron tanto la vicepresidenta como el ministro, esto permitirá que los jueces se dediquen más intensamente a la tarea de administrar justicia, si bien los actos del Registro quedarán bajo control de los jueces, que vigilarán también la protección de los datos.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 2010
KRT/krt/jrv