Valenciano participó en el Foro Barcelona Tribuna a la que también asistió el líder del PSC, Pere Navarro, y en la que remarcó la importancia de los comicios europeos del 25 de mayo.

“El problema no es Europa, al revés, es la solución, la única solución”, dijo la candidata socialista. “El problema es la política de la derecha europea” que “se ha convertido en los últimos años en una máquina de fabricar antieuropeísmo”.

Es por ello que Valenciano criticó que “Europa se ha convertido en un actor de segunda en el escenario internacional”, porque “sigue estancada entre la recesión y un mínimo crecimiento” y “asolada por el desempleo masivo”, sobre todo de los jóvenes, y “atemorizada ante el peligro de la deflación”.

En este sentido, Valenciano invitó a luchar para conseguir el poder en Bruselas y gobernar “junto con todos nuestros compañeros del Partido Socialista Europeo”, ya que Europa “ha estado dominada por las políticas de la derecha desde que comenzó la crisis”, dentro de una ideología “dañina” para el conjunto europeo.

UNA REALIDAD DISTINTA

La candidata socialista afirmó, además, que la realidad ha cambiado desde el inicio de la crisis y ha provocado una desregulación de los mercados financieros dentro de un “desafío global” y donde la solución, manifestó, pasa por la “reactivación de la economía”.

Asimismo, invitó a releer las declaraciones de las primeras reuniones del G-20 en 2008 y 2009, porque dijo que es ahí donde se encuentra “un buen diagnóstico del problema, un buen tratamiento y un buen instrumento, el propio G-20, donde están los principales países de los 5 continentes, los países desarrollados y las potencias emergentes, los conservadores y los progresistas”.

Una primera vía de salida de la crisis en 2010 en la que, según la dirigente socialista, algunos países como Estados Unidos “siguieron adelante con la ruta marcada” pero los países y las fuerzas políticas que gobernaban Europa cambiaron “de estrategia y se equivocaron dramáticamente” y se pasó a la “austeridad”.

Por último, Valenciano apuntó que lo que suceda en las próximas elecciones del 25 de mayo en Bruselas "tendrá efectos que durarán mucho más que los cinco años de una legislatura" y se notará "durante varias décadas".