Así lo refleja el estudio ‘La salud, los estilos de vida y las condiciones de trabajo de los pediatras en España’, que ha sido presentado este jueves por la Fundación Para la Protección Social de la Organización Médico Colegial (FFpsomc), la Fundación Galatea y los Laboratorios Ordesa, en el que han participado más de 1.000 pediatras.

La doctora Lucía Baranda, directora del estudio, explicó que un 25% de los pediatras encuestados señala que 1 de cada 4 niños atendidos proceden de familias que atraviesan graves problemas económicos, lo que dificulta el mantenimiento de unos hábitos de vida saludables en el menor, que pueden llegar a presentar desequilibrios en su nutrición.

La encuesta también refleja el daño que la crisis económica ha hecho a la profesión, “pues si bien los pediatras no pertenecen a los sectores más castigados por la crisis, sí se percibe una mayor inestabilidad laboral”, explica la doctora Baranda, que cifró en un 44% la sensación de inestabilidad laboral entre estos profesionales por debajo de los 40 años, si bien este porcentaje se reduce hasta el 20% por encima de dicha edad.

Por otra parte, aunque la mayoría de pediatras trabaja en el sector público, los hombres de mayor edad ocupan en un mayor porcentaje que sus compañeros puestos de trabajo en la sanidad privada, que también está sufriendo las consecuencias del actual contexto económico.

CALIDAD DE VIDA

El estudio pone de manifiesto que los pediatras trabajan de media 44,9 horas semanales sin incluir las guardias, “a lo que las mujeres tienen que sumar el trabajo doméstico, lo que dificulta la conciliación de la vida profesional con la social y familiar”, advirtió la directora del estudio.

Esta circunstancia, unida a la falta de sueño (el 25% duerme menos de seis horas diarias) hace que los pediatras presenten una mayor prevalencia de enfermedades psicológicas como la ansiedad o la depresión.

Además, la automedicación es muy superior a la del resto de la población (el 80% recurre a ella), e incluso muchos pediatras no acuden a otro profesional cuando tienen un problema de salud.

Por último, la doctora Isabel Montoya resaltó que a pesar de todos estos datos, estos profesionales tienen la percepción de que gozan de buena salud, aunque afirmó que “este estudio es importante para que los propios profesionales, políticos y gestores se conciencien de que cuidar de nuestros pediatras es cuidar de nuestros propios hijos”.