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Cataluña. Rajoy reta al Parlamento catalán a promover una reforma constitucional si quiere la independencia

- Avisa que una Cataluña independiente sería “lo más parecido a la isla de Robinson Crusoe”

- “Amo a Cataluña y no concibo una Cataluña fuera de España”

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, retó este martes al Parlamento de Cataluña a promover una reforma de la Constitución que facilite la convocatoria de un referéndum de independencia en la comunidad si realmente quiere secesionarse del resto de España.

Rajoy lanzó este mensaje durante el debate que el Pleno del Congreso de los Diputados acogió sobre la petición del Parlamento de Cataluña de ceder a la Generalitat las competencias pertinentes para que se pueda convocar un referéndum de independencia, como pretende hacer el nacionalista Artur Mas para el 9 de noviembre.

El jefe del Ejecutivo, que finalmente optó por subir a la tribuna para defender la posición del Gobierno en un “ejercicio de responsabilidad”, tomó la palabra durante 39 minutos justo después de que intervinieran en la Cámara Baja los tres representantes del Parlamento de Cataluña.

Rajoy rechazó de plano entregar a la Generalitat las competencias para convocar un referéndum de independencia, ya que tanto su convocatoria como el propósito de fondo del mismo “chocan abiertamente con la Constitución” que los españoles ratificaron el 6 de diciembre de 1978.

“No se puede y no se debe conceder lo nos solicitan. Esta Cámara no puede aceptar que se ceda una transferencia intransferible para convocar un referéndum que tiene por objeto liquidar el régimen constitucional. No significa esta negativa que se le cierren todas las puertas, como a veces escuchamos. No se ha cerrado nada que estuviera antes abierto”, dijo.

Rajoy criticó que los independentistas catalanes quieran “que se abran puertas donde no existen y que se abran para su exclusivo uso particular”, con el fin de que Cataluña pueda independizarse. Recalcó que la Carta Magna vigente no lo permite y, por lo tanto, tendría que modificarse previamente.

En este sentido, apuntó que “hay una puerta abierta de par en par para aquellos que no estén conformes con el actual estado de cosas” y esa puerta pasa por “iniciar los trámites para una reforma de la Constitución”.

“Quien quiera o desee modificar la Constitución, quien quiera que España se disuelva, se fragmente, cambie de nombre o lo que sea, en vez de solicitar a esta Cámara lo que no está en manos de esta Cámara, ha de emprender el camino de la reforma constitucional. Se lo acaba de recordar también el Tribunal Constitucional. Si no se les da satisfacción no es porque no se les escuche o no se les entienda, les escucha todo el mundo”, sentenció.

“AMO A CATALUÑA”

Rajoy defendió “la permanencia de Cataluña en España” antes de declarar su amor hacia esta comunidad autónoma y el resto de los territorios del país. “Amo a Cataluña como a las demás comunidades, no como algo entrañable, sino como algo propio”, dijo. “No concibo una Cataluña fuera de España”.

El presidente del Gobierno insistió en varias ocasiones en que tanto a Cataluña como al resto de España les conviene permanecer unidos porque “juntos ganamos todos y separados perdemos todos”. En este sentido, enumeró algunas de las consecuencias perjudiciales que la independencia tendría para Cataluña, como la salida del euro, perder las ayudas agrícolas de la UE, quedar fuera de la asistencia financiera del BCE, perder la libre circulación de personas, volver a levantar fronteras, etc.

Adujo que esta comunidad, en caso se secesión, sería “más pobre” y quedaría “fuera de la ONU y de los tratados internacionales”. En este punto, reprochó a los tres representantes del Parlamento de Cataluña que acusen al PP de vagar por el espacio cuando la situación en la que quedaría la comunidad tras independizarse sería “”lo más parecido a la isla de Robinson Crusoe”.

Rajoy apeló al espíritu de concordia de la Transición de la dictadura a la democracia y recordó que el consenso entonces “no surgió porque no existieran diferencias o porque se borraran”, dado que entonces “existían las mismas o mayores discrepancias” que en la actualidad.

Señaló que el mérito de aquella época fue “acotar un terreno común sobre el que construir una convivencia y levantar la casa” compartida para todos los españoles. Recalcó que ese punto de acuerdo fue la Constitución de 1978, que “no era de nadie, pero que aceptamos todos a cambio de que nadie la pudiera modificar a su arbitrio”. “En eso consiste la lealtad constitucional”, remachó.

LA CONSTITUCIÓN DEL CONSENSO

Rajoy rememoró que más del 90% de los catalanes ratificaron la Carta Magna en referéndum, la cual “nadie impuso” a los españoles y que en aquel momento se entendió como una “salvaguarda” y no como “una mordaza o un grillete”, al contrario de lo que ahora se sostiene desde algunos sectores de Cataluña.

El jefe del Ejecutivo reivindicó la vigencia de la Constitución hasta el punto de aseverar que fue “la más libre y auténtica autodeterminación” y que, gracias a ella, Cataluña ha conseguido “un nivel de autogobierno” como no existe en otros países descentralizados. En este contexto, afirmó que ese nivel de autogobierno “no existiría si no existiera la Constitución” que ahora se propone saltar.

Rajoy se negó a saltarse las leyes para ceder a la Generalitat la competencia de convocar un referéndum de independencia, ya que considera que “todos los que estamos aquí estamos obligados a cumplir la ley”.

Aseveró que “no es posible atender lo que solicita el Parlamento de Cataluña porque no lo permite la Constitución porque, independientemente del uso que se le quiera dar, es una competencia indelegable” a una comunidad autónoma.

Indicó que el referéndum es “una manifestación de un derecho fundamental, el derecho de participación política” que está regulado por ley orgánica y que al Estado le compete “con carácter exclusivo”. “Ni la competencia es transferible ni el propósito es conforme a la ley, cualquiera de estas chocas abiertamente con la Constitución”, apostilló.

Asimismo, apuntó que un referéndum de independencia sería “radicalmente contrario a la Constitución” porque el Parlamento catalán pretende proclamar “una soberanía que no existe”, puesto que la única soberanía que reconoce la Carta Magna es la que reside sobre el conjunto de los españoles.

Por último, señaló que la negativa al referéndum no significa un rechazo a Cataluña, sino el cumplimiento estricto de las leyes, y aseveró que “no es verdad” que desde el resto de España se esté asfixiando la cultura de esta comunidad, la lengua o la economía.

Rajoy negó “una hipotética historia de agravios o una historia de opresión porque no es verdad”, ya que lo que ha existido a lo largo de cinco siglos es “una historia en común de historia compartida”.

(SERVIMEDIA)
08 Abr 2014
PAI/IRG/gja