En virtud de este acuerdo, la compañía de seguros identificará áreas de negocio en las que quiere incorporar nuevos procesos o mejorar los ya existentes, y trasladará a la Universidad su interés por acometer esos cambios. La Universidad Politécnica, por su parte, difundirá entre la comunidad educativa y de investigadores ese interés y se encargará de recopilar posibles soluciones.

Una vez conocidas todas las propuestas, Mapfre seleccionará aquellas que mejor se adaptan a sus necesidades y abonará 3.000 euros iniciales por cada una de las ideas seleccionadas. Así, los interesados podrán elaborar un proyecto completo de implantación de cada propuesta. Este proyecto será analizado por un grupo de expertos designado por la aseguradora, que serán los encargados de seleccionar los planes que se ejecutarán.

Ambas entidades crean un comité de seguimiento para evaluar el desarrollo de este convenio y fomentar asimismo la cooperación entre ambas, acercando el ámbito empresarial al mundo académico. El acuerdo tiene una duración inicial de dos años prorrogables.