En un comunicado, AI recordó que justo este viernes se cumplen 8 años del envío del primer 'tuit', una posibilidad que los 10 millones de turcos que tienen cuenta en esta red social acaban de perder.

Para Andrew Gardner, investigador de AI en Turquía, “esta norma demuestra lo lejos que el Ejecutivo de Erdogan está dispuesto a llegar a la hora de sofocar las críticas de los opositores”.

La clausura de Twitter se produce una semana antes de la celebración de elecciones municipales en Turquía, y se da la circunstancia de que durante los últimos días se ha difundido abundante información sobre distintos escándalos de corrupción y tráfico de influencias por parte del Gobierno en la red, ante el silencio de los medios generalistas.

El cierre llegó horas después de una petición expresa del primer ministro Erdogan, quien no dudó en definir Twitter como “una escoria, una lepra”, indicó Gardner.

Esta y otras redes sociales han tenido gran influencia entre los grupos de activistas y en las revueltas en las plazas de Estambul, y desde hace meses el Gobierno restringe su uso mediante distintas enmiendas a la Ley de seguridad en Internet, “cada vez más restrictiva”. No obstante, esta última decisión supone un ataque sin precedentes al derecho de los ciudadanos a difundir y recibir información, concluyó AI.