A Margallo se le preguntó en la rueda de prensa que ofreció con su homólogo brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, por la encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat de Catalunya que concluye que el 59,7% de los catalanes preguntados están a favor de que la actual comunidad autónoma sea un nuevo Estado dentro de la UE.

Reafirmándose en su comparación de ayer en Bruselas, tras el Consejo de Asuntos Exteriores, el ministro dijo que también en Crimea una "abrumadora mayoría" ha votado en favor de la integración en Rusia, pero que el referéndum infringe la Constitución ucraniana y por tanto también la legalidad internacional, y, en consecuencia, "no produce ningún efecto jurídico en el mundo".

"Lo más probable es que no sea reconocido prácticamente por ningún país", aventuró Margallo, recordando los jemplos de Osetia y Abjasia, países que sólo han sido reconocidos por Rusia, Venezuela, Nicaragua y tres miniestados del Pacífico.

"Es un problema de respeto a la legalidad internacional", insistió, puntualizando a una pregunta posterior referida exclusivamente a Crimea que "el problema de ilegalidad del referéndum" no deriva de la presencia de tropas rusas en el país ni de las restricciones o dificultades al voto de determinadas minorías, sino "sólo de que es contrario a la Constitución ucraniana".

Según subrayó, eso es lo que dejan claro todos los documentos aprobados por la Unión Europea en relación a la crisis de Crimea, y en este sentido animó a contrastarlos con las declaraciones de los dirigentes europeos, porque la literalidad de los textos no deja lugar a interpretaciones.