Según informó el Instituto Armado, el detenido había ejercido su profesión de médico pediatra en Andalucía y Cataluña y era investigado desde el pasado mes de diciembre por abusos sexuales a menores de edad que acudían a su consulta.

En la investigación, los agentes de la Benemérita comprobaron que C.A.R.L. tuvo que abandonar Colombia en 2004 por un delito de abuso sexual a un menor de 14 años y ejercía su actividad profesional hasta el pasado mes de septiembre en la provincia de Almería.

En esta fecha regreso a su país de origen ante las sospechas de ser descubierto, por lo que se estableció un dispositivo de localización que permitió su detención el pasado día 2 de marzo, en la localidad de Bucuramanga (Colombia).

El detenido había residido en la provincia de Almería durante los últimos 5 años, fechas en las que ejerció su especialidad en varias localidades de las comarcas de Los Vélez y Almanzora, además del Poniente almeriense, detectandose hasta seis hechos de abusos sexuales continuados a menores de 13 años.

NIÑOS VARONES

El detenido actuaba de forma selectiva y premeditada con el objetivo de correr el menor riesgo posible de ser descubierto. Utilizaba su profesión para lograr el acercamiento y primer contacto con los niños.

Las víctimas, principalmente varones, de ascendencia sudamericana, con problemas de adaptación a un país distinto del suyo, sin arraigo familiar sólido, eran pacientes de la consulta. Asimismo, el detenido mostraba especial interés por los hijos de madres solteras o divorciadas con problemas económicos.

Una vez seleccionada la víctima, intentaba ganarse la confianza de la familia aportando su teléfono personal u ofreciéndose para cualquier circunstancia para la que pudiera ser requerido, tanto en el ámbito profesional como el personal.

A continuación, solicitaba a los padres que le permitieran a su hijo poder pasar un fin de semana con él. Una vez que accedían a sus propósitos, llevaba a los menores al cine, restaurantes, centros comerciales, playa, piscina, así como a su domicilio donde visionaban películas infantiles o jugaban con videoconsola.

Estas circunstancias hacían que fueran los propios menores los que en las siguientes ocasiones llegaran a pedir a sus progenitores pasar fines de semana con el detenido.

Posteriormente, comenzaban los abusos con acercamientos progresivos, de forma metódica y planeada, para evitar respuestas de rechazo por parte de los menores.

Esta operación ha sido posible gracias a la estrecha colaboración que mantiene la Guardia Civil con la Policía Nacional de la República de Colombia impulsada con la firma del Acuerdo de Colaboración Policial entre ambas instituciones el pasado mes de noviembre.

La operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.