El juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, ha encontrado a Enparantza, quien se encuentra en prisión preventiva por su presunta participación el ‘frente de cárceles’ de ETA, culpable de un delito de injurias a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Los hechos se remontan a marzo de 2010, cuando el cadáver de Jon Anza fue encontrado en la morgue de Toulouse (Francia), donde había permanecido sin identificar casi un año. El rastro de Anza se perdió el 18 de abril de 2009, después de que el etarra se subiese a un tren en la estación de Bayona con dirección a Toulouse.

Las primeras investigaciones llevadas a cabo en Francia revelaron que Anza fue encontrado el 29 de abril, once días después de su desaparición, en un banco de un parque de Toulouse tras haber sufrido un infarto. Fue ingresado en un centro hospitalario pero falleció 13 días después, el 11 de mayo.

RUEDA DE PRENSA EN BAYONA

Los familiares de Anza y miembros de la izquierda abertzale celebraron el 13 de marzo de 2010 una rueda de prensa en Bayona, en el País Vasco francés, donde Enparantza atribuyó la muerte a la Guardia Civil. “Tenemos la certeza de que ha sido la Guardia Civil. La hipótesis de los familiares y de la izquierda abertzale oficial se ve confirmada”, dijo el abogado antes de añadir que “estamos ante un nuevo hecho de guerra sucia”.

El acusado reiteró sus acusaciones contra la Guardia Civil en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional el pasado 20 de febrero.

El juez destaca que la investigación realizada por las autoridades francesas demostró que en la muerte de Anza no hubo “intervención de terceros”. La sentencia señala en este contexto que, tras la desaparición de Anza, “comenzó una campaña de agitación y propaganda en que la propia ETA y organizaciones afines y por ella controladas denuncian que el Estado español con la colaboración de Francia ha reactivado la ‘guerra sucia’ contra la organización, como en tiempo del GAL”.

Lo dicho por Enparatnza, según el juez Vázquez Honrubia, formaba parte de “una estrategia de ETA en su confrontación con el Estado y con las fuerzas de seguridad”.

“Las expresiones vertidas deben enmarcarse en una pura actividad propagandística y de ataque contra un cuerpo que tanto y tan eficazmente ha contribuido a erradicar una organización que tiene como finalidad subvertir el orden constitucional”, señala la resolución.