El regulador argumenta en un comunicado que los modelos de utilidad “permiten la constitución de monopolios sobre innovaciones de insuficiente calidad de hasta 10 años” y afirma que su concesión “no requiere un examen previo”, como es el caso de las patentes, de las que son “un sustitutivo imperfecto”.

Por otra parte, la CNMC ve en los agentes de propiedad industrial (API) “una barrera de entrada no justificada frente a no residentes en un Estado miembro de la Unión Europea”, referente al idioma, ya que se exige una traducción firmada por ellos, que recomienda “eliminar”.

Además, el regulador recomienda que la legitimación de declaración de nulidad de una patente “no debería limitarse a quienes se consideren perjudicados y a la Administración Pública, sino que debería permitirse a cualquier persona”.

Por último, Competencia ha encontrado aspectos “positivos” en el anteproyecto, como la concesión de patentes con examen previo y la supresión del periodo de gracia, así como la reducción de cargas administrativas y trámites para reforzar la seguridad jurídica y fomentar las patentes.