En una entrevista concedida a La Sexta, López insiste en que la sociedad vasca tenía unas "ganas enormes de cambiar" y de dejar atrás el tiempo de "confrontación, para abrir un nuevo tiempo de diálogo".

En su opinión, "ETA está, probablemente, en uno de los momentos de mayor debilidad de su historia, lo que no quiere decir que no pueda cometer atentados y causarnos mucho daño y dolor".

El Gobierno socialista del País Vasco sólo espera "hechos" de la izquierda abertzale, lo que se debe concretar en que "rompan amarras con el mundo de la violencia", para entonces conseguir "definitivamente la paz".

López insistió en que su gobierno no permitirá que los espacios públicos sean "escaparates para la propaganda del terror, de la violencia y de los asesinos" y argumentó que las medidas adoptadas en ese sentido forman parte de una estrategia de "deslegitimación de la violencia".

Ello no es obstáculo para la libertad de expresión e ideológica en el País Vasco. "En el Parlamento Vasco se defiende o hay formaciones políticas que defienden abiertamente la independencia, la autodeterminación o la territorialidad", puntualizó.

Nueve meses después de la celebración de las últimas elecciones autonómicas, López se felicita de haber conseguido "un pacto con el PP, un pacto de estabilidad con el PNV" y acuerdos "en la mesa de diálogo social con empresarios y los sindicatos UGT y CCOO".

"No hemos venido a hacer política identitaria para dividir sino que hemos venido a hacer política ciudadana para unir", sentencia el lehendakari en la entrevista.