El jefe del Ejecutivo se mostró sorprendido de que el parlamentario de Amaiur le acusara en su intervención de "amordazar a los ciudadanos" y "reprimir brutalmente a las personas". Sin querer entrar en un choque de trenes ni hacer "declaraciones grandilocuentes", Rajoy se limitó a preguntar a Errekondo si alguna vez a lo largo de su vida "ha hecho examen de conciencia" y si "se ha puesto a mirar hacia atrás".

Errekondo le recordó que “quien ha venido a dar explicciones es usted”, que es quien tiene que hacer ese examen de conciencia sobre lo que ha hecho, lo que ha evitado hacer, y las “cuentas pendientes con el pasado”.

A su entender, el Gobierno del PP “tiene una asignatura pendiente: la de la democracia”, y pese a que Amaiur no viene “a dar lecciones a nadie”, dijo, “no le permito que ponga en duda nuestro compromiso con los derechos humanos”.

El parlamentario independentista insistió en que “solamente buscamos soluciones democráticas y compartidas a un conflicto que usted elude”.

A tenor de la respuesta del presidente, Errekondo dedujo que “hemos venido al lugar equivocado, a un mal lugar para encontrar soluciones” y sumarse los que “viven en el cuento de la abeja Maya”.