El citado consejero, que calificó a estos profesionales como "cuerpos de élite, que no policías", señaló que estos vigilantes de seguridad han recibido formación en la Academia Regional de Estudios de Seguridad (ARES), dependiente del Ejecutivo autónomo, durante un mes, en concreto 170 horas de formación.

El cometido de estos trabajadores es velar por la seguridad de los edificios dependientes del Gobierno regional. "Es un cometido estricto de seguridd, pero tiene sobre todo una vertiente de servicio público, de atención al ciudadano", especificó Cano.

Este servicio lleva funcionando más de dos años y la intención de la Consejería de Cooperación es continuar ampliando la plantilla hasta que queden cubiertas todas las necesidades.

La CAM quiere, en un futuro cercano, que todas las dependencias del Gobierno regional y de la Asamblea autónoma "estén suficientemente cubiertas con seguridad pública", vigilantes de seguridad propios y la la unidad el Cuerpo Nacional de Policía que próximamente quedará adscrita a la región madrileña.

Por último, el consejero precisó que los integrantes de este servicio, "en principio, no llevarán armas, aunque están preparados para ello, y que todo es cuestión de ver las necesidades".