Un portavoz de este organismo indicó a Servimedia que los 68 miembros de la Caravana están "retenidos" en San Pablo, una de las zonas "más peligrosas" e Colombia en la que ni siquiera entra el Ejército y donde "el Estado no existe".

Sin embargo, ninguno de los integrantes de la expedición humanitaria ha sido secuestrado o amenazado. La situación es "tensa" y "hostil" porque no les dejan avanzar hacia su destino y existe un peligro "potencial", aunque por ahora están todos bien e incluso algunos han podido ponerse en contacto con sus familiares y amigos.

Ellos pretenden seguir su viaje hacia la Serranía de San Lucas y cumplir el objetivo de su msión, pero los campesinos de la zona les impiden "seguir hacia adelante" e incluso les obligan a "dejar allí la ayuda que iba destinada a otras poblaciones".

Sin embargo, cada vez parece "más complicado" que puedan continuar con el viaje y alcanzar su destino. Por eso, la Embajada española en Colombia está trabajando para garantizar la seguridad de los 37 compatriotas que hay en la expedición y convencerles de que lo mejor es regresar.

De hecho, el Ministerio de Asuntos Exteriores ya les advirtió"por activa y por pasiva", antes de su partida, del peligro que entrañaba atravesar una zona controlada por los paramilitares desde hace décadas y en la que se vive al margen de la ley. Incluso, las mismas fuentes señalan que "se sabía que esto podía pasar y ha pasado".

Los españoles secuestrados pertenecen, entre otras asociaciones, al Movimiento Nacional Gallego, la Asociación aragonesa de solidaridad con Colombia, el Consejo de Solidaridad y Cooperación del Ayuntamiento de Ermua, el Comité Internaconalista de Bilbao, Cooperación Internacional de la Chunta Aragonesista, la Escuela de Relaciones labores de la Universidad del País Vasco, la Red europea de hermandad y solidaridad con Colombia, el Comité Internacionalista de Iruña Pamplona, el Sindicato ECK de Guipúzcoa, Medicos del Mundo de Aragón, la Asamblea de mujeres de Vizcaya y UAGA de Aragón.