Así lo apuntó desde la tribuna en el Pleno de la Cámara Baja durante el Debate sobre el Estado de la Nación, donde además señaló que aquellos trabajadores que ganen menos de 12.000 euros al año no pagarán IRPF.

Según Rajoy, el “cambio más inmediato aliviará la carga fiscal, con especial incidencia en las rentas medias y bajas, y 12 millones de contribuyentes se verán beneficiados”.

Además, señaló que mejorarán las deducciones fiscales para las familias, porque se elevarán “significativamente” los mínimos personales por hijos y lo mismo se hará respecto a los ascendientes y personas con discapacidad que convivan con el contribuyente.

El presidente del Gobierno defendió que la reforma fiscal ha de favorecer la “cohesión social”, por lo que “quiero empezar esta reforma por los que peor lo están pasando, porque son los que peores rentas reciben”. “Del mismo modo que fuimos equitativos en el reparto de las cargas, queremos serlo ahora cuando lleguen los beneficios”, agregó.

Rajoy explicó que se encargó a un grupo de expertos un informe sobre la reforma tributaria, para agregar que éste se presentará en marzo. Una vez analizado el mismo, subrayó, el “propósito” del Gobierno es elaborar las leyes de reforma durante los meses de abril y mayo, para su presentación en el Congreso en junio.

El presidente del Gobierno indicó que el objetivo de la reforma será “consolidar el crecimiento, mejorar la competitividad y favorecer la creación de empleo”, además de incluir medidas sociales de “apoyo a las familias y las personas con menos recursos”.

El responsable del Ejecutivo quiso dejar claro que se entienden los cambios fiscales como un “programa de reforma, con un horizonte temporal amplio a fin de generar confianza en la estabilidad del sistema tributario”.

Además, destacó que la reforma va a permitir “compatibilizar nuestro compromiso de consolidación fiscal con una profunda revisión del sistema tributario”.