El 30% de los consumidores de anabolizantes desarrollará hepatitis

- Según los datos del primer registro nacional de hepatoxicidad

MADRID
SERVIMEDIA

Entre el 20 y el 30% de los consumidores de productos anabolizantes desarrollará una hepatatis, según los datos del primer registro nacional de hepatoxicidad presentados en el trigésimo cuarto Congreso Anual de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).

Los hepatólogos dieron a conocer en el evento que en los últimos veinte años se han reportado un total de 900 casos de hepatoxicidad debido al consumo de fármacos. En referencia a los medicamentos que con más frecuencia se han relacionado con un daño hepático, aparece, en primer lugar, la combinación de amoxicilina y ácido clavulánico (comercializado bajo el nombre de Augmentine), en segundo lugar los fármacos para el tratamiento de la tuberculosis y, en tercer lugar, el ibuprofeno.

Una de las investigaciones más transcendentes derivadas de este registro, trata sobre los casos de toxicidad hepática producidos por esteroides anabolizantes, hormonas derivadas de la testosterona que se utilizan ilícitamente sobre todo en el entorno del fisioculturismo, para el incremento de la masa muscular.

Así, los hepatólogos tildaron de “alarmante” el dato que desvela que en los tres últimos años se han multiplicado por tres los casos de hepatoxicidad producida por el consumo de estos anabolizantes, que causan que entre un 20 y un 30% de las personas que los consumen desarrollen hepatitis.

El director del gupo español para el Estudio de las Hepatopatías Asociadas a los Medicamentos, Raúl Andrade, definió la palabra hepatoxicidad como “cualquier daño hepático producido por fármacos o drogas” e indicó que la hepatoxicidad es la responsable del 5% de todos los ingresos hospitalarios y del 50% de todas las insuficiencias hepáticas agudas.

El experto explicó que, aunque es cierto que hay algunos fármacos que al tomarse en dosis elevadas o por un largo periodo de tiempo pueden causar daños hepáticos debido a una sobredosis, en la mayor parte de casos la hepatotoxicidad se debe a una predisposición genética única del individuo, "que hace que se generen metabolitos tóxicos en el hígado con independencia de la dosis ingerida".

Además, informó de que más del 90% de los fármacos que producen hepatotoxicidad son medicamentos que se administran por vía oral, ya que los fármacos administrados por vía parenteral son, mayoritariamente, eliminados directamente por vía renal y, por tanto, no es necesario que se procesen por el hígado con lo que en general (exceptuando los fármacos quimioterápicos) tienen menor riesgo de lesionar el hígado.

PROBLEMAS CON EL DIAGNÓSTICO

La problemática de esta enfermedad, según Andrade, recae en la dificultad del diagnóstico, ya que no existe un análisis concreto para su detección y los especialistas la detectan por descarte de otras enfermedades hepáticas, razón por la cual existe un infradiagnostico de los casos.

En este sentido, el doctor destacó que, “la toxicidad hepática se manifiesta con una hepatitis que puede evolucionar en algunos casos hacia un fallo hepático agudo, con lo que el sujeto necesitaría un trasplante hepático o hasta podría llegar a fallecer, y, en otros casos, la enfermedad puede evolucionar hacia una lesión hepática crónica e incluso irreversible”.

Así, continuó, se trata de un problema que puede ser potencialmente mortal pero que a su vez es muy difícil de detectar, ya que no existen indicadores específicos que, en una analítica, puedan señalar cuando un fármaco esta produciendo daño en un hígado.

(SERVIMEDIA)
20 Feb 2014
VSR/gja