Según informó el Instituto Armado, la autora del crimen -A.M.N- era cliente habitual de la víctima -D.R.V.-, que vendía joyas al por menor. Durante el registro domiciliario de la arrestada, se intervino la ropa usada para cometer el asesinato; una pequeña libreta donde aparecía el teléfono de la víctima; y un reloj de oro que portaba la joyera en el momento del crimen.

La investigación se inició después de que el 18 de diciembre pasado apareciese el cadáver de una mujer degollada en el paraje ‘La Posta del Ángel’ de la Cala del Moral.

En el lugar del crimen se tomó declaración a los testigos y se realizó una minuciosa inspección ocular, así como en la zona por donde se dio a la fuga la presunta autora del homicidio. Se intervino entonces el bolso de mano de la víctima en el interior de un contenedor de basura, en los extrarradios del lugar de los hechos, y en el cual, a primera vista, se observó sangre impregnada en distintas partes del mismo.

Del análisis y estudio de la documentación perteneciente a la asesinada, así como de las declaraciones de las personas de su entorno, se pudo determinar que D.R.V. se dedicaba a la venta al por menor de joyas de oro desde hacía más de 14 años.

VENTA DE ORO

De las numerosas entrevistas y declaraciones realizadas, se confeccionó una extensa lista de clientes de D.R.V. en toda la provincia de Málaga, ya que la víctima había hecho de la venta de joyas de oro su principal medio de vida.

De las diferentes líneas de investigación y análisis de las declaraciones, se confeccionó un perfil de la presunta autora del crimen, que coincidía con las características físicas de varias candidatas, entre las que se encontraba A.M.N., la cual fue citada en primera instancia en calidad de testigo.

Analizada con rigor la primera declaración de A.M.N., se observaron numerosas contradicciones y que parecía ocultar información. La investigada llegó a decir que nunca había estado en la Cala del Moral y que desconocía el número de teléfono de la víctima. Asimismo, llamaba la atención que, tras el suceso, la arrestada se tiño el pelo y se lo cortó. Se trató de un cambio de ‘look’ radical que no pasó desapercibido para los investigadores.

EFECTOS DE LA VÍCTIMA

No obstante, analizadas las declaraciones e información que los agentes habían obtenido a lo largo de la investigación, se pudo concretar que A.M.N. era cliente habitual de la víctima desde hacía 14 años. Además, la detenida había contraído con la víctima una deuda de unos 4.000 euros y había acordado con la asesinada pagar 100 euros a primeros de cada mes. Para poder realizar el cobro, D.R.V., se trasladaba en transporte público hasta llegar al Rincón de la Victoria. Viajaba sola y no había testigos de sus citas con los clientes.

A.M.N., era una persona sin antecedentes policiales y judiciales, pero a medida que avanzaba la investigación y el análisis de los diferentes indicios, tales como huellas y perfiles genéticos, los agentes estrechaban el círculo en torno a la presunta autora.

A partir de estas diligencias, se llevó a cabo una entrada y registro en el domicilio de A.M.N., en la que se intervinieron diferentes efectos pertenecientes a la víctima. En su segunda declaración, en calidad de detenida, la sospechosa se declaró culpable y reconstruyó el itinerario realizado el día del crimen. Reconoció que había degollado a D.R.V. con un cúter y confesó que la había matado para evitar pagarle la deuda a la víctima.