En rueda de prensa celebrada en Londres con motivo de la presentación de los resultados de la compañía eléctrica en 2013 y el plan de inversiones hasta 2016, Galán opinó que, desde un punto de vista técnico, es “imposible” que dé tiempo a adoptar el nuevo mecanismo para la factura eléctrica en base a lo que se conoce sobre el nuevo sistema hasta el momento, lo que se suma al hecho de que “hay que tener contadores” y en España “no tenemos contadores digitales salvo en pequeña escala”.

En este sentido, explicó que Iberdrola ha instalado unos dos millones de contadores inteligentes, pero la mitad de ellos no tienen conexión, sino que se trata de “un cacharro tonto que tenemos en casa”.

“No hay contadores y los que están conectados están conectados para otra cosa que para recibir la información”, enfatizó Galán, que explicó que “hace falta un ordenador gigantesco que no tenemos y unos programas, que según dicen los expertos, puede llevar cuatro o cinco meses”.

No obstante, Galán calificó de “magnífico” un sistema de tarificación en tiempo real, frente al sistema de subastas del que “se han dado cuenta de que puede tener fallos” desde su puesta en marcha en el año 2009.

Además, dio la bienvenida “a lo que pueda suponer transparencia y ahorro”, aunque conforme a “lo oído y conocido, como ingeniero me parece imposible”, por lo que opinó que “a lo mejor se puede hacer de otra forma”.

PIDE ‘ATACAR’ EL COSTE DE LOS PEAJES

El presidente de Iberdrola insistió en que el ahorro “no está ahí”, en referencia al nuevo sistema, sino que se localiza en el 60% de la factura de la luz correspondiente a los peajes, por lo que abogo por incidir en este aspecto, con el fin de reducir el recibo a los ciudadanos.

De esta forma, defendió de forma contundente que “la energía en España tiene y debe de bajar”, ya que “el 60% de lo que pagan ciudadanos españoles nada tiene que ver con energía consumida” ni su generación, sino con políticas sociales, medioambientales y tecnológicas.

A pesar de que aseguró no estar en contra de ellas, puesto que “España como país importante tiene que hacer este tipo de políticas”, defendió que hay “otros medios” para llevarlas a cabo, como a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y “no meterlos en las cuentas de los ciudadanos”.

En esta línea, dijo estar conforme con que los ciudadanos “con problemas” tengan un “tratamiento específico”, como el bono social, la tarifa protegida que cuenta con más de 2,5 millones de beneficiarios, pero reprochó que esté gravado con el IVA del 21%.

Por último, respecto al déficit tarifario lamentó que finalmente se retirara la cantidad prevista en los presupuestos para corregir el desfase entre ingresos y costes, ya que “no parece que ayude mucho a nuestra reputación a nivel internacional”.

“Era previsible que hubiera déficit con esta decisión de retirar la cantidad”, opino Galán, que se mostró cauto respecto a la posible corrección del déficit este año.