Explicó que, en los más de 20 años al frente de puestos de responsabilidad en distintas administraciones, siempre ha devuelto todos los regalos recibidos, menos los “perecederos”, es decir, comida y bebida siempre que no sean productos caros como el caviar.

Indicó que los regalos de publicidad que recibe no los devuelve y que suele repartirlos entre sus compañeros de trabajo y dijo que otro tipo de regalos los acepta cuando tienen que ver con los “usos o costumbres”, como las naranjas que le manda de vez en cuando la alcaldesa de Valencia.