En declaraciones a Servimedia, Tardà puso en duda la “sinceridad” y la “voluntad” de los dos grandes partidos para abordar una reforma que lleva pendiente casi tres décadas, y que quedó en agua de borrajas bajo presidencia de Manuel Marín por la negativa de los partidos mayoritarios a permitir el uso de las lenguas cooficiales en el Parlamento.

Esquerra recuerda que hasta ahora los intentos de reforma han quedado en “amagos” porque ni el PP ni el PSOE han tenido voluntad de “girar el calcetín” y modernizar las normas de funcionamiento del Congreso de los Diputados. Ahora Tardà quiere informarse, en primer lugar, sobre “las pretensiones” de los dos partidos mayoritarios.

ERC irá a la Comisión de Reglamento reclamando lo mismo que hace ocho años: facilitar la creación de comisiones de investigación, reformar el control al Gobierno para hacerlo más intenso y eficaz, agilizar los procedimientos para que los debates de la calle puedan pasar “de inmediato” a la Cámara, garantizar el respeto a las minorías y permitir el uso de las lenguas cooficiales en sede parlamentaria.

Sólo si encuentran una actitud receptiva en estas materias podrán discernir si este nuevo intento de reforma del Reglamento es “un paripé” o si tiene visos de salir adelante, algo que les “sorprendería”.

Por lo pronto, el PP y el PSOE se han citado el próximo martes para tratar de acercar posiciones sobre la reforma que se comenzará a discutir el miércoles. Por el momento, sólo el PSOE y UPyD han hecho llegar al resto de formaciones sus ideas para mejorar el funcionamiento del Congreso.

Aunque CiU, PNV y ERC no renuncian a reivindicar el uso de las lenguas cooficiales, está por ver si el resto de partidos consiguen convencerles para consensuar alguna iniciativa parcial que mejore el funcionamiento del Congreso, aunque es poco probable.