En su escrito, presentado ante la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, el Pacma hace constar "la grave situación de maltrato e insalubridad que padecen desde hace años" los animales acogidos en la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Sevilla, conocida como la perrera de Mairena.

Según las imágenes que fueron grabadas dentro de las instalaciones y difundidas en las últimas semanas, explica el texto, allí "malviven animales hacinados entre excrementos y orines, perros muertos compartiendo espacio con otros animales algunos de ellos con heridas visibles, e incluso una perra recién parida entre toda la suciedad".

El escrito relata también el testimonio de varios voluntarios en el sentido de que es "habitual que durante varios días nadie atienda las instalaciones".

Por todo ello, y ante las protestas de los ciudadanos tras ver las imágenes, el Pacma presentó el pasado viernes una denuncia ante la Fiscalía y ante la Guardia Civil, y en solo cinco días reunió 87.000 firmas para avalar su petición a la Junta de Andalucía.

Recuerda que la Ley de Protección de los Animales de Andalucía otorga a la Junta competencias para sancionar al responsable de la Sociedad, Pedro Luis Fernández Castillo.

Considera que existen pruebas "más que suficientes" para cerrar las instalaciones e inhabilitar "una vez más" a Fernández Castillo.

Con todo ello, solicita formalmente que se prohíba a Fernández Castillo la tenencia de animales "durante el máximo que permita la ley" y se declare la clausura temporal de las instalaciones hasta que se elija una nueva junta directiva.

Pide también la creación de un centro provincial para la recogida de animales abandonados "gestionado con criterios de protección animal en los que se asegure la sensibilización de los ciudadanos en la tenencia de animales, se hagan campañas subvencionadas de esterilización de animales para evitar camadas indeseadas y se promueva la adopción de los animales recogidos a través de su difusión en redes sociales".

Todo ello, explica, con el objetivo de "sacrificio cero" de animales, como ya sucede en otros municipios, entre ellos Zaragoza o Barcelona.