Rajoy lanzó este mensaje durante una reunión a puerta cerrada del Comité Ejecutivo Nacional del PP, según informaron a Servimedia fuentes presentes en el encuentro, el último convocado en este año para hacer balance de 2009 y fijar los objetivos políticos de 2010.

El líder de la oposición dibujó el escenario económico que le espera a España a partir del 1 de enero, con una gran crisis económica que comenzó en el verano de 2007 y que ha provocado un auge del número de parados por encima de los cuatro millones de personas.

Rajoy culpó en buena medida a la política económica de Zapatero y a su ausencia de reformas, frente a lo que abogó por reducir impuestos, recortar el gasto público y emprender una modificación del mercado de trabajo como la llevada a cabo por el PP en 1997.

Tras mostrarse "preocupado" por la situación actual, Rajoy reconoció que a lo largo del próximo año comenzarán a mejorar las cosas hasta el punto de poder registrar una reducción de los niveles de desempleo.

En particular, anunció que puede haber "cifras positivas" de empleo, aunque muy pequeñas, y señaló que en cuanto se produzcan el Ejecutivo pondrá en marcha un tsunami de propaganda para dar por zanjada la crisis económica.

Rajoy se refirió a algo parecido a lo ocurrido en el mes de junio, en vísperas de las elecciones europeas, cuando Zapatero habló de "brotes verdes" tras un descenso del número de parados en más de 24.000 personas como consecuencia del Plan E. Aquel dato permitió al Gobierno sacar pecho en vísperas de las citas con las urnas, a pesar de que después siguió aumentando el paro.

En el turno de preguntas, el presidente de Canarias, José Manuel Soria, pidió a la dirección nacional que elabore una estrategia política con la que hacer frente a esa "ola de propaganda gubernamental" vaticinada por Rajoy, con el fin de que no cale en la sociedad el mensaje de que al PP le interesa que la crisis económica se prolongue lo máximo posible.

CONVENCIONES REGIONALES EN TODA ESPAÑA

El Comité Ejecutivo Nacional del PP sirvió también para anunciar la celebración de convenciones regionales del partido en toda España, al estilo de la celebrada en el mes de noviembre en Barcelona.

Estas citas servirán para incrementar el contacto con las organizaciones sociales y recabar ideas con vista al programa de las elecciones autonómicas y municipales de 2011, a la vez que se moviliza a los militantes.

Rajoy dio orden a la cúpula popular de preparar "desde ya" con ahinco esos comicios con el fin de que dentro de un año, en diciembre de 2010, todo esté preparando para arrancar la precampaña.

No obstante, en esta ocasión pasó por alto el asunto de los candidatos a pesar de que anunció que en septiembre comenzaría a trabajar en la elección de los cabezas de lista para las próximas municipales.

También pidió estar "preparados" para las catalanas de otoño del año que viene, aunque podrían adelantarse una vez que se conozca el fallo del Tribunal Constitucional sobre el estatuto de autonomía.

Respecto a las generales, Rajoy tomó como fecha de referencia marzo de 2012 "salvo adelanto", por lo que pidió actuar con "responsabilidad" en la oposición para forjar una alternativa visible a los ciudadanos mediante pactos de estado en temas esenciales como la educación y la energía.