"En Bentiu y en sus alrededores hay miles de personas sin acceso a agua potable, sin alimentos y sin atención sanitaria", afirmó Raphael Georgeu, coordinador general de MSF en Sudán del Sur.

Georgeu advirtió, sin embargo, de que MSF no podrá retomar las operaciones en la zona hasta que la seguridad de sus pacientes, del personal y de las instalaciones esté garantizada.

MSF era una de las pocas organizaciones humanitarias que seguía presente en la ciudad, donde proporcionaba asistencia médica a los desplazados internos y a los heridos, explicó la ONG en un comunicado.

Según señaló, este acto de saqueo compromete las operaciones de MSF en Bentiu y pone en peligro la respuesta humanitaria de la organización a las consecuencias de la actual ola de violencia que se vive en el país.

"Es inaceptable que una de las pocas organizaciones que aún prestaba asistencia humanitaria a la población de Bentiu haya sido saqueada", exclamó el coordinador general de MSF en Sudán del Sur.

Por eso, indica la organización, "MSF hace un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que se garantice la integridad de las estructuras sanitarias y el acceso de las comunidades afectadas a los servicios de salud y para que se permita llegar a todos los pacientes, independientemente de su procedencia y origen étnico, hasta los centros médicos".