Según informó la fundación a través de nota de prensa, uno de cada cinco jóvenes sube contenido sexual a sus redes sociales o plataformas online para recibir comentarios positivos (20,5%) o para conseguir beneficios económicos (20,2%).

El estudio revela, además, que el concepto que la juventud tiene del sexo digital no es homogéneo. El grupo de menor edad (de 15 a 19 años) tiende a asociarlo con formas de violencia sexual digital, mientras que el de mayor edad (de 20 a 30 años) lo ve como una práctica sexual más.

Las mujeres son más conscientes de cuándo una imagen está siendo sexualizada y señalan de quién es la responsabilidad, mientras que los hombres muestran más dudas sobre qué se puede considerar sexualización, según observa el estudio.

La investigación concluye que la pornografía se ha convertido en una fuente de aprendizaje sexual para muchos jóvenes, ocupando el vacío que debería cubrir una educación sexoafectiva sólida.

‘Juventud y sexo en la era digital. Sexting y pornografía’, informe de carácter cualitativo, incluyó seis entrevistas a expertos, una comunidad digital con 17 participantes y dos grupos de discusión a jóvenes de entre 15 y 29 años.