Los magistrados de la Sección Tercera de lo Penal, presidida por Alfonso Guevara, han encontrado a los tres etarras culpables de 160 delitos de asesinatos en grado de tentativa y un delito adicional de estragos terroristas.

La sentencia hecha pública hoy considera probado que Pastor, Zapirain y Etxebarria, siguiendo las instrucciones del que fuera el jefe militar de ETA, Mikel Kabikoitz Sarobe, decidieron atentar contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, sita en la Avenida de Cantabria de la ciudad.

Los tres terroristas se desplazaron a Burgos, donde realizaron vigilancias sobre el cuartel y recabaron la información necesaria. Pastor, Zapirain y Etxebarria viajaron posteriormente hasta Francia, donde un cuarto etarra les suministró el vehiculo, una furgoneta, que cargaron con 700 kilos de amonal.

El comando llevó la furgoneta hasta Burgos. El vehículo-bomba hizo explosión sobre las 4.00 horas de la madrugada del 29 de julio de 2009, dejando 160 heridos de diversa consideración.

La sentencia hecha pública hoy destaca los testimonios de los peritos que declararon en el juicio y que señalaron que la explosión fue "aterradora" y dejó el edificio derruido "por arriba y por abajo".

Además de las penas de cárcel, el tribunal ha condenado a los tres terroristas a indemnizar con diferentes cantidades de dinero a las víctimas del atentado.