Así se expresó Ferre en un acto informativo organizado por ‘Cinco Días’, en el que negó que se esté produciendo “un caos interno” o “una crisis institucional” en el organismo.

En esa línea, Ferre, que preside la agencia Tributaria, defendió que los cambios que se están produciendo afectan a una decena de personas sobre una plantilla de 27.000.

“Son magníficos profesionales que han sido sustituidos por otros tan magníficos y tan profesionales como lo eran ellos”, añadió Ferre, quien sentenció que “ninguno somos imprescindibles, afortunadamente”.

Preguntado por las supuestas declaraciones del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, sobre la presencia de “socialistas” en la cúpula de la agencia, Ferre aseguró no tener “ni idea de cuál es la ideología de los que ocupan los puestos de dirección”.

“La ideología no influye nada en la designación de personas”, sostuvo Ferre, quien aseguró que “lo que influye es la profesionalidad y la confianza con los superiores jerárquicos”.

Por ello, no descartó que puedan producirse nuevos cambios si los nuevos directivos deciden llevar a cabo modificaciones en sus equipos.

Asimismo, criticó, sobre el asunto de Cemex, que “se haya citado hasta la saciedad el nombre de una empresa”, algo que advirtió que “no hace ningún beneficio a esa empresa”.

También afirmó que “no beneficia al servicio público porque se insinúan dudas sobre la independencia de la institución" que, según Ferre, “trata por igual a todos y cada uno de los contribuyentes”.

Por último, se mostró convencido de que lo que está pasando “no deteriora en absoluto la imagen de la agencia”, de la que valoró que “es una institución muy reconocida internacionalmente”.