Tomás Gómez amenazó con esa decisión al saber que entre los nuevos vocales del CGPJ que tendría que votar el Senado estaría Francisco Gerardo Martínez Tristán, magistrado del Tribunal Superior de Justicia y que se ha pronunciado contrario a la paralización del proceso de privatización de la sanidad madrileña.

Finalmente Gómez ha renunciado a su escaño y, preguntado sobre ello en los pasillos del Congreso, Madina aseguró que la gestión interna de ese asunto corresponde a la dirección del Grupo en la Cámara Alta.

En todo caso, subrayó que para el PSOE no había alternativa a acordar con otros grupos parlamentarios la renovación de ese órgano constitucional.

Denunció "el bloqueo" del que los socialistas culpan al PP en la anterior renovación y que señalan como diferencia entre la actuación de uno y otro partido en la oposición.

"¿Todo es perfecto siempre? No", aseguró Madina, pero "el peor escenario" para el PSOE era que el CGPJ no pudiera renovarse "por incapacidad" de las asociaciones de jueces o de los grupos parlamentarios para acordar nuevos vocales.

Puede ser "una constante un poco extraña", añadió Madina con cierta ironía, pero a los socialistas "nos gusta que las cosas funcionen".