Zapatero se mostró “agradecido” por haber sido invitado a intervenir en la apertura del Congreso que elegirá a Susana Díaz, ya presidenta de la Junta, como secretaria general del PSOE de Andalucía, y fue recibido en el plenario con una gran ovación y al grito de “presidente, presidente”. “No se lo recordéis a Aznar”, dijo.

Reconoció que este Congreso no tiene “emoción” en cuanto al resultado, pero sí “por la expectativa de futuro que habéis logrado entre todos poner en pie, especialmente Susana”.

Quiso expresamente “contenerme en los elogios, aunque no en los afectos”, a Susana Díaz, pero alertó a los socialistas andaluces de que, cuando empiecen a llegar las críticas, será cuando tengan que “hacer los mismos elogios que hoy”.

Zapatero se alegró especialmente de que sea una mujer la elegida para esa doble responsabilidad y le pidió que recupere “el tiempo que la historia robó a las mujeres” y que sea “baluarte” en la lucha aún pendiente contra “la lacra del machismo”.

PSOE FUERTE Y UNIDO

Se mostró convencido de que la sociedad necesita un PSOE “fuerte, unido, participativo” como ya se vio hace dos semanas en la Conferencia Política, y que por ello este Congreso tendrá “relevancia histórica” porque se verá como el momento en el que el partido, “con ganas renovadas”, empezó “la cuenta atrás” para la recuperación de la confianza mayoritaria.

Reconoció en un momento de su intervención que, en los momentos de “depresión” en el PSOE tras la derrota electoral, él sufrió también “el que más, una profunda preocupación”, pero a pesar de ello “nunca se fue mi espíritu optimista” y pedía a sus compañeros “un poco de paciencia” y confianza en los cuadros y la capacidad del partido.

Elogió de Susana Díaz su insistencia en la necesidad de centrarse en los más débiles de la sociedad, y elogió también la “generosidad” demostrada por José Antonio Griñán, del que subrayó su “trayectoria brillante” de compromiso con la sociedad, incluso hasta el punto de que “de lo demás, no me importa lo que se escriba” sobre él.

Pidió al PSOE un compromiso “con la unidad, no con la uniformidad” de España, algo que agradeció de los socialistas andaluces, que siempre han sabido interpretar cómo Andalucía quería estar “en pie con España”.

Zapatero recuperó una de sus tradicionales frases y terminó su intervención ante los delegados andaluces subrayando que, como siempre ha pensado, “lo mejor está por venir”.