En una entrevista concedida a Radio Nacional, Rajoy hizo balance de sus dos años de gobierno. No se atrevió a ponerse nota porque se considerá aún “en los parciales” y prefiere esperar a “los exámenes finales” para calificar su gestión.

"Ni debo castigarme ni presumir. Estamos en los exámenes parciales y la nota es con el examen final", dijo antes de justificar que en estos dos años ha habido que "superar una situación de partida muy difícil" y que es "pronto incluso para juzgarse a uno mismo".

Afirmó nuevamente que hay datos macroeconómicos alentadores que confirman la salida del túnel de la crisis y aseguró que el Gobierno tiene pendiente una reforma fiscal, que será su plan estrella para la segunda parte de la legislatura.

Reconoció que "no habrá ajustes tan importantes, pero sí reformas estructurales", sobre todo en la administración. Reconció el esfuerzo realizado por los ciudadanos a los que subió el IRPF nada más llegar al Gobierno, las “decisiones duras” con los funcionarios y el aumento del IVA.

Ahora pretende revisar el sistema fiscal para ayudar a los emprendedores, y avisó que la reforma fiscal se estudiará y pondrá en marcha en paralelo con la implantación de un nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas.

En relación al IVA, el presidente comenzó diciendo que “no hay ninguna decisión tomada en estos momentos", pero finalmente tuvo que admitir que no se reducirá en lo que queda de legislatura y que no tedrá variaciones “ni a corto ni a medio plazo”.

En cuanto a la recuperación del empleo, Rajoy dijo que tiene un optimismo moderado y que está seguro de que terminará su legislatura con menos parados que con los que empezó hace dos años.

Aunque el empleo "va mal”, reconoció, “ya se ve alguna luz", porque los datos de octubre de este año han sido mejores que los de 2012. "El año 2012 fue muy malo pero el 2013 ya va a ser mejor", asguró.